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domingo, 2 de junio de 2013




STOP TELLING STUDENTS TO STUDY FOR EXAMS


En lugar de decir a los estudiantes que estudien para los exámenes, habría que decirles que estudien para aprender y comprender


Profesor David Jaffee

Artículo de David Jaffee , profesor de sociología en  University of North Florida, publicado en  "The chronicle of Higher education" 22 /4/2012 . Se puede seguir en la revista un foro de comentarios muy interesantes sobre el artículo .El artículo plantea cuestiones fundamentales en el ámbito educativo que afectan a todos los niveles de enseñanza no solo a los universitarios.
University of North Florida

"Uno de los problemas de los campus universitarios hoy en día es que los alumnos estudian para los exámenes y que las facultades los animan a actuar así.
Espero que muchos docentes se sentirán horrorizados por esta afirmación y la considerarán como una forma de herejía académica. Más bien , argüirán , los estudiantes no estudian lo suficiente para los exámenes. Si lo hicieran, el sistema educativo podría producir mejores resultados. Pero esta frase, simple y familiar "estudio para los exámenes", que es ampliamente considerada como un signo de práctica académica responsable, en realidad fomenta comportamientos y actitudes de los estudiantes que trabajan en contra del propósito más amplio del desarrollo humano intelectual y del aprendizaje. En lugar de decir a los estudiantes que estudien para los exámenes habría que decirles que estudien  para aprender y comprender.
Si hay una actitud de los estudiantes de la que se quejan la mayoría de los profesores es el instrumentalismo. Es la opinión de que se va a la universidad para obtener un título ,para conseguir un trabajo, para ganar dinero, para ser feliz. Del mismo modo, usted hace este curso para cumplir cierta exigencia, y realiza trabajos y lee determinado material para aprobar la asignatura, para terminar la carrera , para conseguir el grado. Todo es un medio para un fin. Nada es un fin en si mismo. No hay un objetivo más alto.


Alumnos de University of North Florida


Cuando les decimos a los estudiantes que estudien para el examen o , mejor dicho, que estudien para que puedan hacer bien el examen, reforzamos con intensidad esa manera de pensar. Mientras los profesores constantemente se quejan de instrumentalismo , nuestro comportamiento y todo el sistema lo fomenta y facilita.

Por un lado decimos a los estudiantes que valoren el aprendizaje por su propio valor; por otro les decimos que deberían conocer mejor esto o aquello, o que sería mejor que tomaran apuntes, o que leyeran tal libro, porque estarán en el próximo examen; y si no lo hacen tendrán que pagar un precio en fracaso escolar. Esto comunica a los estudiantes que el proceso de la investigación intelectual , la exploración académica y la adquisición de conocimientos es una actividad puramente instrumental, diseñada para asegurar el éxito en la próxima evaluación.
Teniendo en cuenta todo esto , no es de extrañar que los estudiantes constantemente nos pregunten si esto o lo otro entrará en el examen , o si realmente necesitan leer determinado contenido para la prueba, o la pregunta más apremiante en todas las reuniones de la primera clase ," ¿va toda la materia al examen final?"
Este sistema disfuncional alcanza su cenit con el "examen  final acumulativo". Podemos incluso ir tan lejos como conmemorar este ritual sagrado académico mediante la fijación específica de una "semana de exámenes" al final de cada trimestre. Este ejercicio colectivo de sadismo anima a los estudiantes a  meter todo lo que ellos piensan que necesitan "saber" (temporalmente para el examen) en sus cerebros, se privan de sueño y de actividades de ocio y terminan ( o ,más probablemente, finalmente empiezan) la lectura de los papeles del trimestre y memorizan montones de información. Si bien este ejercicio tradicional podría preparar a los estudiantes a las situaciones inevitables de carácter desagradable que ellos se enfrentarán como adultos trabajadores, su valor como un proceso de aprendizaje es dudoso.

De acuerdo con los estudiosos de la ciencia del aprendizaje humano, éste se produce solo cuando hay tanto retención como transferencia. La retención implica la capacidad de recordar actualmente lo que supuestamente se aprendió más de dos semanas antes. La transferencia es la habilidad para utilizar y aplicar ese conocimiento en posteriores procesos de análisis y comprensión. En base a esta definición, no se produce mucho aprendizaje en los cursos universitarios.
Una de las razones es que el aprendizaje se equipara a estudiar para los exámenes y , para muchos estudiantes, estudiar para los exámenes significa "quemarse las cejas". Una cantidad creciente de literatura científica informa sistemáticamente que "empollar" - con una memorización a corto plazo-, no contribuye a la retención o a la transferencia.Puede , sin embargo, dar resultados positivos a corto plazo, medidos en resultados de examen. Por lo tanto, mientras tengamos exámenes ,con importantes consecuencias para los examinados, que determinen una gran parte de la nota final de un curso, los alumnos "empollarán" para los exámenes y habrá muy poco aprendizaje.
Una muestra de este no-aprendizaje generalizado es el desconcierto perenne de los profesores que parece que no pueden entender por qué los estudiantes no saben esto o aquello , a pesar de que fue abordado en un curso previo . La razón de que no lo saben es porque no lo aprendieron. Abordar un contenido no es lo mismo que aprenderlo.
Como alternativa , la forma en que estructuremos la evaluación de los estudiantes debe incluir dos enfoques básicos : la evaluación formativa y la evaluación auténtica. Usadas conjuntamente nos pueden avanzar hacia un ambiente de aprendizaje sano que evite los exámenes de importantes consecuencias y los atracones de estudio intermitentes antes de los exámenes.
Las evaluaciones formativas permiten a los estudiantes desarrollar al mismo tiempo sus capacidades y evaluar su progreso. En este sentido, se combinan actividades de enseñanza y aprendizaje y evaluación . Estas evaluaciones formativas a veces se llaman "técnicas de evaluación en el aula" (CATs en inglés) y no requieren calificación formal, sino más bien  son una oportunidad para los estudiantes , después de completar el ejercicio o tarea, de ver lo que hicieron bien y dónde necesitan mejorar.
Las evaluaciones auténticas implican dar a los estudiantes la oportunidad de demostrar sus habilidades en un contexto de mundo-real. Lo ideal sería que el desempeño del estudiante se evaluara no por la capacidad de memorizar o recitar términos y definiciones, sino por la capacidad de utilizar el repertorio de herramientas disciplinarias -ya se trate de teorías , conceptos o principios- para analizar y resolver un problema real que podrían enfrentar como profesionales en su campo.
Todo esto tienen sentido educativo y algunas universidades bien informadas , aunque no necesariamente adopten estos enfoques de evaluación, ya han llegado a la conclusión de que la realización de exámenes finales no hace avanzar el aprendizaje de los alumnos.
Los profesores de la Universidad de Harvard , por ejemplo, pueden elegir hacer o no hacer exámenes finales, y un número creciente de profesores están usando técnicas alternativas.
Pero esto no es suficiente . El sistema educativo está buscando desesperadamente un nuevo modelo y la educación superior es el mejor lugar para empezar ya que las profesores universitarios tienen mayor flexibilidad para experimentar con formas alternativas de técnicas pedagógicas que los docentes de primaria y secundaria. Podemos utilizar estas posibilidades para crear una metodología diferenciada de estudiar, aprender y comprender.
Sí, nuestro lema de "estudiar para los exámenes" ha creado y alimentado un monstruo, pero no es demasiado tarde para acabar con él."



Lo que parece claro es que las evaluaciones son necesarias . El problema radica en cómo hacerlas. Personalmente yo también  estoy totalmente convencido  de que la  práctica habitual de exámenes no sólo no es válida sino que tiene efectos perversos sobre todo el sistema de aprendizaje. Es urgente encontrar y contrastar empíricamente otros modelos de evaluación.


-Una intervención muy breve pero muy clara de mi admirado Mario Bunge sobre educación y exámenes.

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